Sin duda, uno de los motores, si no el mayor, del crecimiento de la literatura infantil y juvenil en los últimos cincuenta años debemos buscarlo en la escuela. La introducción de la lectura de verdaderos textos literarios en el ámbito escolar, allá por los sesenta y setenta, produjo un verdadero seísmo en la industria editorial.
Por entonces comenzaron a aparecer, primero en castellano y luego en las otras lenguas de la península, autores traducidos, autores de otras latitudes.
- Autores memorables
- Revive el monstruo del utilitarismo… y la transversalidad
- Que la literatura vuelva a ser literatura
Carlos Silveyra, 2009
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