Rasi, la mascota de la pandilla de la ardilla, ha perdido una avellana que escondió en el patio del colegio. Después de mucho rebuscar, y con ayuda de sus amigos de la pandilla, se da cuenta de que la avellana se ha convertido en una planta de avellano. A Rasi le encanta pensar que ese árbol crecerá hasta que se convierta en su propio hogar. El resto de los niños de la pandilla piensan que, tal y como le ha ocurrido a Rasi, los sueños pueden hacerse realidad, así que cada uno sueña con lo que más le gusta.
sábado, 21 de junio de 2014
La despensa mágica
centrodellibrodearagon.es
Rasi, la mascota de la pandilla de la ardilla, ha perdido una avellana que escondió en el patio del colegio. Después de mucho rebuscar, y con ayuda de sus amigos de la pandilla, se da cuenta de que la avellana se ha convertido en una planta de avellano. A Rasi le encanta pensar que ese árbol crecerá hasta que se convierta en su propio hogar. El resto de los niños de la pandilla piensan que, tal y como le ha ocurrido a Rasi, los sueños pueden hacerse realidad, así que cada uno sueña con lo que más le gusta.
Rasi, la mascota de la pandilla de la ardilla, ha perdido una avellana que escondió en el patio del colegio. Después de mucho rebuscar, y con ayuda de sus amigos de la pandilla, se da cuenta de que la avellana se ha convertido en una planta de avellano. A Rasi le encanta pensar que ese árbol crecerá hasta que se convierta en su propio hogar. El resto de los niños de la pandilla piensan que, tal y como le ha ocurrido a Rasi, los sueños pueden hacerse realidad, así que cada uno sueña con lo que más le gusta.
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